Deshumidificación
La deshumidificación es el proceso de extracción controlada de humedad presente en materiales de construcción o en espacios cerrados con acumulación de agua, como casas habitadas, oficinas, hoteles u obras en curso.
Este procedimiento previene daños estructurales, manchas, malos olores y la proliferación de moho o bacterias, preservando la sanidad del inmueble. A través del uso de equipos especializados —mucho más eficaces que un deshumidificador doméstico—, se garantiza la recuperación de espacios afectados, asegurando confort, higiene y conservación tanto en acabados como en la estructura misma del lugar.
¿Dónde se utiliza este proceso?
El proceso de deshumidificación se aplica en una amplia variedad de contextos, tanto en construcciones nuevas como en espacios habitados:
Obra negra: Para secar muros, losas y cimentaciones antes de continuar con acabados, asegurando durabilidad y prevención de humedad futura.
Obra fina: Para proteger recubrimientos, pisos, pintura y mobiliario durante o después de la instalación.
Casas habitadas: Cuando hay filtraciones, condensación o ambientes húmedos persistentes que pueden dañar muebles y salud.
Hoteles y complejos residenciales: En mantenimiento preventivo o correctivo, para garantizar la sanidad ambiental sin afectar la operación.
Oficinas y espacios comerciales: Para evitar deterioro de equipos, documentos y crear ambientes óptimos para el trabajo diario.
Este servicio es clave tanto en proyectos en desarrollo como en inmuebles en uso, donde la humedad representa un riesgo invisible pero progresivo.
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